Exinvestigadores de Google desarrollan una IA que convierte conversaciones y código en software funcional

Un agente de inteligencia artificial, capacitado para comprender la construcción del software mediante el análisis de los datos de una empresa y aprender cómo estos se transforman en un producto final, podría convertirse en un asistente mucho más eficaz, representando un pequeño avance hacia una IA superinteligente.

Este innovador agente, denominado Asimov, fue desarrollado por Reflection, una pequeña pero ambiciosa startup cofundada por destacados investigadores de IA de Google. Asimov no solo analiza código, sino también correos electrónicos, mensajes de Slack, actualizaciones de proyectos y otra documentación, con el objetivo de entender cómo todos estos elementos se integran para producir una pieza de software finalizada.


El objetivo final

La meta de Reflection es clara: crear una IA superinteligente, un objetivo que también persiguen otros laboratorios líderes en inteligencia artificial. Recientemente, Meta ha inaugurado un nuevo Laboratorio de Superinteligencia, prometiendo invertir grandes sumas para atraer a investigadores interesados en unirse a su iniciativa.

Reflection tiene su sede en el barrio neoyorquino de Williamsburg, en Brooklyn, justo enfrente de un moderno club de pickleball. Durante una visita, el CEO, Misha Laskin, destacó que \»la forma ideal de crear agentes de IA superinteligentes es que dominen realmente la codificación\», ya que esto les permite interactuar con el mundo de manera más natural. A diferencia de otras empresas que desarrollan agentes que utilizan interfaces de usuario humanas y navegan por la web, Laskin, quien trabajó anteriormente en Gemini y en agentes de Google DeepMind, considera que esto no es lo más natural para un gran modelo de lenguaje (LLM).

Funcionamiento de Asimov

Laskin menciona que Asimov está diseñado para dedicar más tiempo a leer código que a escribirlo: \»Todo el mundo se centra en la generación de código, pero no se ha resuelto cómo hacer que los agentes sean útiles en un entorno de equipo. Estamos en una fase semiautónoma en la que los agentes apenas están comenzando a funcionar\».

Asimov está compuesto por varios agentes más pequeños que operan en conjunto para entender el código y responder a las preguntas de los usuarios. Estos agentes menores recuperan información, mientras que un agente de razonamiento más grande sintetiza esta información en respuestas coherentes a las consultas. Según Reflection, Asimov ya supera a algunas de las principales herramientas de IA en ciertos aspectos. En una encuesta realizada por la empresa, se encontró que los desarrolladores que trabajaban en grandes proyectos de código abierto preferían las respuestas de Asimov el 82% de las veces, en comparación con el 63% de Claude Code de Anthropic, que utilizaba su modelo Sonnet 4.