Google evita la venta de Chrome, pero tendrá que compartir datos con sus competidores

Google no será forzado a vender Chrome para solucionar el monopolio ilegal que ejerce en el sector de las búsquedas en línea. Esta fue la decisión del juez Amit Mehta, del Tribunal de Distrito de Washington D.C., quien, tras una demanda del Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos, concluyó que la empresa abusó de su posición dominante para frenar el crecimiento de competidores emergentes.

El fallo, que abarca 230 páginas, detalla las medidas correctivas que Google deberá implementar para abordar las infracciones antimonopolio. En él se reitera que la compañía mantiene un dominio ilícito en tres áreas: servicios de búsqueda general, publicidad en buscadores y anuncios de texto en buscadores.

Acuerdos de distribución exclusiva

El fallo señala que, gracias a acuerdos de distribución exclusiva firmados con terceros, el ecosistema de búsquedas online quedó congelado, dejando a Google sin verdaderos competidores. Según la sentencia, estos convenios permiten a la compañía recibir nueve veces más consultas que sus rivales en conjunto, lo que le ha proporcionado ingresos extraordinarios y una amplia base de datos exclusiva para mejorar sus servicios.

Durante el juicio, el DOJ presentó argumentos similares y propuso en varias ocasiones que el tribunal debía obligar a Google a vender Chrome y desvincularse de Android para corregir las violaciones a la ley. Sin embargo, Mehta consideró que tales desinversiones no eran necesarias, ya que la empresa no utilizó estos productos de forma directa para bloquear a la competencia.

Impacto de la inteligencia artificial generativa

El juez precisó que los demandantes se excedieron al solicitar la desinversión forzosa de estos activos clave, los cuales Google no utilizó para imponer restricciones ilegales. Aunque reconoció que la compañía tiene un claro dominio en las búsquedas por internet, también destacó que el panorama ha cambiado con el auge de la inteligencia artificial generativa (GenAI) y su integración en diversas herramientas de consulta.

El fallo argumenta que los productos de GenAI están alterando los patrones de uso de los motores de búsqueda, y que Google Search ha experimentado una disminución de consultas, en parte atribuible a los chatbots impulsados por esta tecnología. No obstante, aclara que herramientas como ChatGPT aún no reemplazan las funcionalidades de búsqueda tradicionales.