OpenAI obtiene la aprobación de Microsoft para transformarse en una empresa con fines de lucro

OpenAI se encuentra en el umbral de convertirse en una entidad completamente comercial tras la firma de un memorando de entendimiento no vinculante con Microsoft, su principal inversor y, al mismo tiempo, uno de sus competidores en el emergente sector de la inteligencia artificial (IA).

En un comunicado conjunto, ambas empresas afirmaron que este acuerdo representa una nueva fase en su colaboración. “Estamos trabajando activamente para definir los términos contractuales en un acuerdo definitivo. Juntos, continuamos enfocados en proporcionar las mejores herramientas de IA para todos, basados en nuestro compromiso compartido con la seguridad”, indicaron, sin proporcionar detalles sobre las condiciones acordadas.


No obstante, un informe de The New York Times sugiere que el memorando establece nuevos parámetros para el intercambio de avances tecnológicos y los ingresos generados por la innovación. El medio también indica que incluye una modificación a la cláusula que impide a Microsoft acceder a la tecnología más avanzada de OpenAI si su junta directiva determina que la startup ha desarrollado un modelo de inteligencia artificial general (IAG), un concepto debatido que implica, al menos, una inteligencia globalmente superior a la humana.

El año pasado, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, expresó su intención de transformar la compañía en una entidad con fines de lucro. Sin embargo, sus planes han enfrentado obstáculos debido a la creciente presión de reguladores, competidores y expertos en IA. Uno de los principales frenos es el acuerdo financiero que la startup firmó con Microsoft antes del lanzamiento de ChatGPT.

Microsoft realizó su primera inversión en OpenAI en 2019, aportando 1,000 millones de dólares, y tras el lanzamiento de ChatGPT, amplió su compromiso a 13,000 millones. Este financiamiento convirtió a la empresa de Redmond en el mayor inversor de OpenAI y le otorgó el control del 49% del capital económico de la compañía, aunque sin participación accionaria formal.


Desde aquel primer acuerdo, la relación entre ambas compañías ha estado marcada por la competencia, lo que ha llevado a negociaciones para redefinir su alianza. Obtener la aprobación de Microsoft para que la startup adopte un modelo plenamente lucrativo ha sido un tema central en las conversaciones. La empresa tecnológica estadounidense ha mostrado reticencia a modificar su pacto sin recibir una compensación adecuada.

Analistas opinan que el nuevo memorando facilitará la transición de OpenAI. Estas especulaciones se intensificaron después de que la compañía anunció que otorgará a la organización sin fines de lucro que actualmente la supervisa una participación accionaria de al menos 100,000 millones de dólares en la futura Corporación de Beneficio Público (CBP) que planea constituir, lo que la convertiría en “una de las organizaciones filantrópicas con mayor capital del mundo”.

Dudas sobre la transformación de OpenAI

Fundada en 2015 bajo un esquema sin fines de lucro para “promover y desarrollar una inteligencia artificial amigable que beneficie a toda la humanidad”, OpenAI adoptó tres años después un modelo de gobernanza híbrido. Este modelo se define como “una asociación entre nuestra organización original sin fines de lucro y una nueva rama con ganancias limitadas”. Según este esquema, cada inversor puede recuperar su inversión multiplicada hasta por 100, pero no más.

De acuerdo con Bret Taylor, presidente del consejo de OpenAI, la nueva participación accionaria permitirá a la startup “recaudar el capital necesario para cumplir nuestra misión y garantizar que, a medida que el CBP de OpenAI crezca, también lo hagan los recursos de la organización, lo que nos permitirá alcanzar niveles históricos de impacto comunitario”.

Iniciativas de financiamiento y preocupaciones éticas

Como parte de esta primera fase, la organización sin fines de lucro que supervisa a OpenAI lanzó una convocatoria de 50 millones de dólares en subvenciones para respaldar a entidades comunitarias y no lucrativas en tres áreas: alfabetización en IA y comprensión pública, innovación social y generación de oportunidades económicas.

La inminente transformación de OpenAI en una compañía totalmente lucrativa ha suscitado interrogantes sobre el desarrollo seguro de la IA. La empresa ha sido objeto de críticas por presuntas omisiones en materia de seguridad y ética en la producción y comercialización de sus modelos.

Algunos analistas advierten que, con un enfoque de lucro, OpenAI podría priorizar proyectos más rentables, limitando el acceso a sus avances para investigadores y centros educativos. También prevén un aumento general en los precios de las soluciones de IA y un ritmo de innovación más acelerado, lo que podría intensificar los temores sobre los riesgos de estos sistemas ante la falta de un marco regulatorio sólido.