¿Estarías dispuesto a laborar casi el doble de las 40 horas semanales convencionales? Esta es una pregunta que muchas startups en EE. UU. están planteando a sus potenciales empleados, y para asegurar el puesto, la respuesta debe ser un sí contundente. Estas empresas están adoptando un horario exigente, originado en China, conocido como \»996\», que implica trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana, lo que se traduce en una semana laboral de 72 horas.
¿Esclavitud moderna o \»disciplina\»?
El fenómeno del 996 en China ha generado protestas masivas y acusaciones de \»esclavitud moderna\», con detractores que atribuyen a este horario una serie de muertes de trabajadores. A pesar de las connotaciones negativas en el ámbito internacional, muchas empresas estadounidenses, especialmente en el sector de la inteligencia artificial, están adoptando tanto el horario como su denominación en su afán por competir entre ellas y con China. Adrian Kinnersley, un emprendedor en serie que dirige una empresa de selección de personal y una startup de cumplimiento laboral, se ha sorprendido por la cantidad de compañías que están adoptando el 996. \»Se está volviendo cada vez más común. Tenemos múltiples clientes donde un requisito previo para evaluar a los candidatos antes de que vayan a una entrevista es si están dispuestos a trabajar 996\», comenta.
Al inicio de la pandemia de covid-19, las discusiones sobre las condiciones laborales en EE. UU. se centraban en el agotamiento y la necesidad de mayor flexibilidad. Incluso en el ámbito tecnológico, las empresas comenzaron a enfatizar la importancia de un horario equilibrado. Sin embargo, el creciente interés por el 996 indica que el péndulo se está moviendo en la dirección opuesta. Esto resuena con el ultimátum \»extremadamente duro\» de Elon Musk a los empleados de X, instándolos a trabajar jornadas agotadoras.
Las empresas no tienen dificultades para encontrar empleados dispuestos, y algunas consideran esta disposición fundamental para su cultura laboral. Rilla, una startup de IA que ofrece software para que contratistas, como fontaneros, graben conversaciones con clientes potenciales y aprendan a negociar tarifas más altas, afirma que casi toda su plantilla de 80 personas se adhiere al horario de 996 horas.
\»Hay una subcultura muy fuerte y creciente de personas, especialmente en la Generación Z, que crecieron escuchando historias de Steve Jobs y Bill Gates, emprendedores que dedicaron sus vidas a crear empresas que transformaron el mundo. Kobe Bryant dedicó todas sus horas de vigilia al baloncesto, y no creo que haya muchas personas que piensen que no debió trabajar tanto como lo hizo\», expresa Will Gao, responsable de crecimiento de la empresa.
Expectativas laborales y cultura del trabajo
Rilla es clara sobre sus expectativas. En sus ofertas de empleo, especifican que se espera que los trabajadores laboren más de 70 horas a la semana y advierten que no deben incorporarse si no están \»entusiasmados\» con el horario. En la oficina, se proporciona desayuno, comida y cena todos los días, incluso los sábados.
Amrita Bhasin, CEO de la startup de logística de IA Sotira, sugiere que es habitual que los fundadores del Área de la Bahía adopten este horario a medida que sus empresas crecen: \»Los dos primeros años de tu startup, tienes que hacer 996\». Aunque Bhasin considera que esta exigente carga de trabajo es necesaria para los directivos, no cree que los empleados deban seguir ese ritmo: \»No creo que sea justo imponerlo\».
Algunos fundadores plantean el horario como una opción para sus \»empleados más dedicados\», creando una estructura de dos niveles en la que solo se espera que algunos trabajen horas extra. Ritchie Cartwright, fundador de la empresa de telesalud Fella & Delilah, publicó recientemente en LinkedIn un mensaje dirigido a sus empleados, explicando sus esfuerzos por cambiar parte de su plantilla a un horario de 996 horas. Para atraer a los trabajadores, Fella & Delilah ofrecía un aumento salarial del 25% y un incremento del 100% en los recursos propios a los participantes que lo desearan. Menos del 10% de la plantilla se ha apuntado, según la publicación de LinkedIn. Cartwright no respondió a las solicitudes de comentarios.
