Hacker revela pruebas de un choque fatal con Tesla y reaviva dudas sobre la conducción autónoma

Tesla deberá abonar 243 millones de dólares tras la exposición de datos confidenciales por parte de un hacker, que reveló una falla en su sistema de conducción autónoma, la cual provocó un accidente mortal en 2019, según un informe de The Washington Post (WP). El experto informático logró acceder a información que supuestamente no existía sobre el sistema de piloto automático del Model S implicado en el incidente. Este suceso reaviva el debate sobre la responsabilidad de los fabricantes de vehículos eléctricos de hacer transparentes datos esenciales de sus sistemas inteligentes, que han estado involucrados en numerosos accidentes.

La historia se remonta a abril de 2019, cuando George McGee conducía por las calles de Key Largo, Florida, utilizando la función Autopilot de Tesla. El conductor desvió su atención del camino confiando en la tecnología autónoma del automóvil. Sin embargo, el sistema falló y atropelló a Naibel Benavides León, de 22 años, y a su pareja, Dillon Angulo, de 33, quienes se encontraban parados al borde de la carretera.

Demandas y evidencias

El impacto resultó en la muerte de Benavides y dejó a Angulo con lesiones graves. El sobreviviente y la familia de la víctima interpusieron una demanda contra Tesla por negligencia. Los demandantes solicitaron a la empresa los registros conocidos como collision snapshots, que son datos captados automáticamente por las cámaras y sensores del vehículo segundos antes de un choque, incluyendo la detección de peatones y obstáculos en la vía.

El equipo legal y técnico de Tesla afirmó en múltiples ocasiones que no tenía acceso a esos datos, según el informe de WP. Durante años, argumentaron que los registros no estaban disponibles porque se habían perdido o dañado como parte de los procesos rutinarios de depuración de información innecesaria o antigua.

El papel del hacker

El año pasado, poco antes de que comenzara el juicio, los abogados de las víctimas recurrieron a un hacker conocido como “greentheonly”, un especialista en la arquitectura interna, el hardware y los sistemas de Tesla. Según el medio estadounidense, el experto recuperó en minutos, desde un Starbucks, los datos del Autopilot a partir de una copia forense del chip del vehículo, a pesar de que estos habían sido almacenados en servidores de la compañía y marcados para eliminación.

El hacker utilizó la información para crear un video que recreaba el accidente. El material demostró que, a pesar de que el automóvil detectó a las víctimas con suficiente antelación y distancia para frenar, no emitió las advertencias necesarias al conductor.

Responsabilidad y apelación

collision snapshots, la condenó a pagar 243 millones de dólares y a cubrir los costos relacionados con la recuperación de la información.

Joel Smith, abogado de Tesla, reconoció en una declaración citada por WP que hubo fallos en la gestión de los datos, aunque negó que existiera intención de ocultarlos: “No creíamos tenerlos, y descubrimos que sí. Afortunadamente, los conseguimos porque esta información es increíblemente útil”, afirmó. Sin embargo, el informe indica que la empresa planea apelar el fallo alegando irregularidades en el proceso.

La gran apuesta de Tesla por la conducción autónoma en duda

Elon Musk ha defendido repetidamente el sistema de conducción asistida de Tesla como el principal valor añadido de sus vehículos, llegando a afirmar que sin esta tecnología “valdrían prácticamente nada”. Sin embargo, su efectividad ha sido cuestionada en numerosas ocasiones.

Tras la condena del jurado de Miami, un grupo de accionistas en Texas demandó a la compañía por publicidad engañosa relacionada con sus funciones de conducción autónoma, citando el caso de Florida como evidencia de los “actos y omisiones ilícitas” tolerados por la empresa.